Del EntreComp al SEntreComp – Marco de competencias empresariales para las empresas sociales

El EntreComp, constituye el Marco Europeo de Competencias de Emprendimiento, elaborado por el Joint Research Centre, servicio científico interno de la Comisión Europea.

En este documento se señala que el desarrollo de la capacidad emprendedora de los ciudadanos y organizaciones europeas constituye, desde hace años, uno de los objetivos políticos clave para la UE y los Estados miembros.

A nivel global, EntreComp nació en 2016 con el objetivo de ser una herramienta para mejorar la capacidad emprendedora de los ciudadanos y organizaciones europeas. A día de hoy, el modelo es muy conocido: consta de 3 áreas, 15 competencias, un modelo de progresión de 8 niveles y una lista exhaustiva de 442 resultados de aprendizaje. Fue elaborado por un equipo de investigación de alto nivel que desarrolló una metodología estructurada en 12 pasos. Esta apuesta de la Comisión Europea debe entenderse de manera genérica, como un marco integrador aplicable a todos los contextos en los que la competencia emprendedora es importante, desde el ámbito comercial al no lucrativo.

Esta versatilidad, que constituye la principal fortaleza de EntreComp, tiene como posible consecuencia negativa la imposibilidad de responder a las singularidades de cada sector, con el riesgo de que determinadas competencias clave de determinados sectores quedan excluidas del marco común del EntreComp. Por este motivo, el equipo del proyecto Open Business for Community Development (OBCD) ha llevado a cabo una investigación que analiza las competencias necesarias específicamente en las empresas sociales y en el marco del modelo de open business, en  línea con los objetivos principales del proyecto.

Las empresas sociales trabajan en un entorno especial. Por ejemplo, en comparación con las empresas tradicionales con ánimo de lucro, las empresas sociales dependen más a menudo de varias fuentes de financiación distintas. Las empresas sociales también varían en su modelo de negocio: hay asociaciones sin ánimo de lucro, fundaciones, cooperativas y corporaciones. A veces, los consorcios de empresas sociales integran diferentes tipos de modelos empresariales, lo que hace más difícil para sus líderes comprender los diferentes tipos de fiscalidad, marco legal y estrategias empresariales.

Y lo que es más importante, las empresas sociales están impulsadas por misiones sociales y/o medioambientales. El pensamiento estratégico en las empresas sociales requiere comprender cuestiones sociales y medioambientales complejas y su manejo por parte de las políticas públicas. También es importante comprender cómo una empresa social puede participar eficazmente en esa labor política. La ética de las empresas sociales exige participación y apertura a todos los niveles, a diferencia de la mayoría de las empresas tradicionales con ánimo de lucro.

Estas complejidades y muchas otras son difíciles de ver en el EntreComp, que se utiliza ampliamente en toda Europa en escuelas, universidades y servicios de orientación profesional.

¿Deberían las empresas sociales tener su propio SEntreComp? ¿Qué competencias y habilidades deberían incluir? El equipo del OBCD valora sus comentarios. Comparta sus opiniones con nosotros en info@obcdproject.eu o en LinkedIn.